Proyecciones a futuro

Un no rotundo al "proyectar".

Cuando proyectamos, imaginamos una película, una situación, una escena particular en la que nosotros elegimos como se van dando las cosas. Por eso es que proyectar es jugar con fuego, es apostar a que el futuro se va a dar como nosotros queremos e imaginamos. Y cuando las cosas no se dan.... ahí viene el problema.
Siempre que proyectamos y elegimos el futuro a piacere, nos arriesgamos a ser desilusionados.
Las proyecciones suceden a diario, hasta en las cosas más simples.
Por ejemplo, cuando nos acostamos en la cama, proyectamos como será nuestra mañana siguiente, en la que decidimos levantarnos con tiempo para bañarnos, desayunar y llegar a tiempo al trabajo. Pero si el despertador no suena como nosotros imaginamos, o si nosotros decidimos no levantarnos, al despertar, arrancamos el día de muy mal humor.

Enamorarse, inevitablemente implica proyectar. Imaginarnos en dos, tres, o muchos años con nuestra pareja, formando una familia, comprando una casa, y conviviendo eternamente.

Pero un día dije BASTA. Eliminé las proyecciones, decidí que no eran para mi y que lo único que había conseguido proyectando era encontrarme con desilusiones y resultados muy diferentes a los que buscaba.-

Comentarios

  1. NOOOO. Que feo. Pero ESTO forma parte de mi vida... forma parte de como alguna vez me sentí.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario