Mi nuevo lema: NEM (NuncaEsMucho)

Elegir qué ropa ponernos a la mañana, debería ser una decisión relativamente fácil. 
Elegir si tomamos mate o café, debería ser una decisión relativamente fácil. 
Elegir si pedimos pizza o empanadas, debería ser una decisión relativamente fácil. 
Elegir si  vemos una peli o una serie en Netflix, debería ser una decisión relativamente fácil. 
Elegir la foto de perfil de Whatsapp, debería ser una decisión relativamente fácil. (aunque a veces no lo parezca) #millenials 

En mi caso... elegir si pedía mi milanesa de pollo o de carne... fue más difícil que elegirla a ella.

Así de simple, así de fácil, como se supone que NO ES ni DEBE ser. 

No es que tenga problemas para decidirme entre pollo y carne, sino que elegirla a ella, no fue resultado de una evaluación, un pensar con lógica. Sino más bien, de un sentir. 

Con la misma fluidez que elegimos el emoji o el sticker en Whatsapp para acompañar nuestro mensaje, elegí a mi amiga, mi socia: Camila, para emprender un nuevo desafío personal y laboral. 

Ya va más de un año y medio, y la sigo eligiendo, como el primer día. 
Ya va más de año y medio, y la volvería a elegir una y mil veces. 
Ya va más de un año y medio, y convencida de que fue la mejor decisión que tomé en mucho tiempo, la vuelvo a elegir.

Nunca Es Mucho... cuando se trata de amistad. 
Nunca Es Mucho... cuando se trata de sueños. 
Nunca Es Mucho... cuando se trata de nosotras.


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